- CUARTEL
- José Miguel de la Barra 411, Santiago.
El 2 de enero de 1865 llega a Valparaíso, a bordo del vapor Poncas, nuestra querida Bomba Central, llamada cariñosamente la Ponka, y que fuera la primera bomba a vapor del Continente, llamada por el público de Santiago como el Monstruo Yankee.
La Ponka fue construida el año 1863 y su característica de trabajo se basa en un cilindro de acción directa con biela y volante, caldero con fondo de agua tubular. Fue bautizada con el nombre de ‘Central’ y su nombre jamás se ha traspasado a otra pieza de material.
El 10 de enero de ese año llega a Santiago, directamente a la casa de Don Enrique Meiggs, ubicada en la Alameda de las Delicias entre las calles Av. España República, lo que hoy en día es la calle Virginia Opazo, y es ahí donde por primera vez se le hizo funcionar. Uno de los problemas que surgió con la llegada del Monstruo Yankee fue la falta de maquinistas que supieran operarla, razón por la cual se contrató a dos técnicos del fabricante, quienes se encargaron de capacitar a la compañía.
Actos de servicios destacados en donde operó la Ponka:
En 1866 se cuenta la colaboración que se prestó al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso con motivo del bombardeo a dicha ciudad por parte de la Escuadra Española.
En 1869 actuó en el incendio del Portal de Sierra Bella (actual Fernández Concha), al costado de la Plaza de Armas.
En 1870 en el incendio del Teatro Municipal, una jornada dolorosa porque en ella murió el primer mártir del Cuerpo de Bomberos de Santiago, don German Tenderini.
En 1876, exactamente el 3 de septiembre, alimentó los pitones en el incendio de la calle San Diego y Carrascal (hoy Eleuterio Ramírez), en el cual rindió su vida aplastado por el derrumbe de un muro el segundo mártir del Cuerpo y voluntario de la Primera, don Adolfo Ossa de la Fuente.
Sería de nunca terminar el relato de todos sus servicios. Esta pieza de material modernísima en su época estuvo en servicio activo hasta el año 1884. Actualmente se mantiene como verdadera reliquia, restaurada y en perfecto estado de funcionamiento, estando a la vista del ocasional transeúnte en nuestro cuartel ubicado en la calle José Miguel de la Barra 411, recibiendo todo el afecto y cuidado propio de su larga tradición y dispuesta a funcionar cuando se le solicite.